jueves, 21 de junio de 2012


MOON, CONTEMPORANEIDAD Y NOSTALGIA 



Sinopsis

Sam Rockwell interpreta a Sam Bell, un minero que es enviado a la Luna con la misión de extraer un gas que salvará a la Tierra de la crisis energética que atraviesa. Tras pasarse tres años solo en la base lunar, alejado de su familia, Bell está a punto de regresar a su hogar, pero entonces empezará a sufrir una serie de extrañas visiones.




Cartel original:                                                                                       Cartel alternativo JEANBOMN:
                                                                         
                      
            



Comentario

La ópera prima de Duncan Jones es un ejercicio inusual de honestidad artística. Como ya es sabido, Duncan es hijo de David Bowie y si la película ha llegado a ser conocida, entonces no está nada mal saber que a veces el talento sí se impone al peso de la herencia que viene de serie con el apellido y lo que esto conlleva a menudo. Hechas las presentaciones, Moon es una película que ya tiene unos cuatro años, los suficientes para que sea haya dejado de ser una sorpresa y una novedad y pueda ser vista como lo que es: un producto de una frescura envidiable. Lo que sigue es en parte spoiler, en este blog no se destripan las películas, pero es necesario haberlas visto para aprovechar la lectura de la reseña.


La humanidad es el centro de atención

Es toda una ventaja cuando una obra del tipo que sea no esconde sus cartas. Alguien me dijo ¿merece la pena ver Moon más de una vez? buena pregunta a la que responderé con un sí. Moon es un producto contemporáneo, porque es un producto híbrido: para empezar es un film de ciencia ficción, pero también es un drama intimista, como también es cine de autor, por sus referencias. El argumento es sencillo, sus detalles no lo son. En un mundo donde ya hemos conseguido liberarnos del peso que conlleva la búsqueda y mantenimiento de la energía, la industria energética se presenta como la salvadora que pondrá fin a las disputas que el disfrute de la energía conlleva. Esto supone un mundo con un nuevo orden mundial, algo que resulta obvio y que sin embargo no se menciona a lo largo del metraje de manera explícita. La energía conseguida en la base lunar es una fuente de ingresos muy jugosa y Lunar Enterprises, monopoliza la base lunar. ¿Cuál es sin embargo el precio a pagar por semejante statu quo mundial? La ignorancia. Quien haya visto la película recordará el final como algo positivo, pero con un toque pesimista. Se ha dicho que Moon es, entre otras cosas, un homenaje al cine de ciencia ficción de los años 70, eso es cierto a medias. Primera sorpresa: una humanidad que ignora cómo es la injusticia mediante la cual persevera en su día a día cotidiano, es una humanidad manipulable. Y los que tienen el poder harán lo posible por que eso siga siendo así. ¿Les suena? Sí, es 1984 de Orwell, pero también es nuestra propia cotidianidad, la de la ley del mercado y el libre comercio. De ahora en adelante iré poniendo entre paréntesis los homenajes que he ido encontrando en Moon, como una especie de juego. Imagino que alguno se me escapará.






La humanidad es nuestra supervivencia

Una vez que es conocido el engaño, que la simulación es descubierta, que el orden represivo es puesto sobre la mesa, el deseo de huída es inevitable (La fuga de Logan, THX… ¿y cuántas más?), hay que urdir un plan y alertar sobre cómo y de qué manera se mantiene en orden la especie humana (Soylent Green), pero hay que hacerlo sin levantar sospechas, aún cuando pende una espada de Damocles sobre nuestras cabezas: unos operarios de la compañía Lunar Enterprises vienen a comprobar si todo va bien y en caso contrario, a eliminar las pruebas que indiquen que todo va mal. Se masca la tragedia y el asesinato (Atmosfera cero-Solo ante el peligro); no es solo la lucha por la vida misma sino un conflicto moral lo que está en juego.



Gerty

La I.A. y su evolución fílmica es un leiv motiv del género, pero sin ánimo de ofender a nadie (y no creo que lo haga) el número uno del “ranking” es para HAL 9000. Gerty, al que pone voz Kevin Spacey, es el tranquilizador amigo y co-protagonista del film, quien también sufrirá un conflicto interior que decidirá en parte el destino de los Sam Bell (al fin y al cabo, 2001 Una odisea del espacio es la referencia principal de Moon): Gerty conoce el programa, pero también debe proteger el programa y eso incluye velar por la salud de los operarios, la salud mental y física. El diseño de Gerty es muy creible y funcional (Silent Running de nuevo), pero aparte de incluir el gran acierto de expresarse mediante emoticones que conectan inmediatamente con el público de hoy día, Gerty es toda la base y la controla totalmente (El engendro mecánico); me atrevo a afirmar que este personaje es uno de los mayores logros de la película, y permítanme lo siguiente,  ya tiene su lugar en la historia geek, tanto como en la de las criaturas o monstruos humanizados, análogo al Golem de Paul Wegener, pero aquí creo que me estoy yendo por las ramas.

La música, el diseño, la dirección y la nostalgia retro

Hablar de la excelente actuación de Sam Rockwell, es, ante todo quitarse el sombrero. Que no haya conseguido ningún premio por su papel en esta película, salvo el logrado en el festival de Sitges, no tiene explicación. El diseño es asimismo excelente y demuestra lo que se puede hacer con un presupuesto ajustado, la imaginería retro se combina con elementos muy creíbles, al fin y al cabo, la ciencia ficción de los 70 buscaba lo mismo con la idea de hacer madurar las premisas del género. La película está rodada y montada de manera que produce una sensación de calma y tranquilidad, ideal para el clima de introspección que aborda. Algunos fundidos de antología, se combinan con la enorme presencia de planos generales y planos medio, pero también contribuye la música.
La música de Clint Mansell merece un apartado. El compositor tiene una carrera irregular, pero es conocido por poner banda sonora a los films del inefable plagiador Darren Aronofsky. Pero vayamos a lo que importa, la atmosférica BSO de Mansell impone un ritmo que hace único al film. Lo dota de ese aire Krautrock, basado en armonías electrónicas y ostinatos recurrentes. Contención pura y dura. El que suscribe advierte que en esto no es objetivo… Resumiendo: estoy obsesionado con la BSO de esta película, la iba a usar como fondo musical para el blog y es la causante de que Moon sea la primera reseña del mismo. Queda todo dicho.



Mejor película, actor, guión y diseño en el Festival de Sitges, 2009
Mejor película británica independiente de 2009.
Premio Douglas Hickox para Duncan Jones

Ficha en IMDb: